domingo, 9 de agosto de 2009

Camilo . Capitulo 1 - Sacrificio

Y la sangre se dispersó por todo el suelo, había dado una lección aunque muy hipócrita.

Camilo un joven estudiante de medicina volvía de camino a su casa cuando su mejor amiga lo llama a su celular, “¡estoy harta, no quiero seguir así!” –dijo la chica del otro lado del teléfono.

“hey, tranquiliza, ¿qué paso ahora?”- Respondió Camilo

“lo de siempre boludo, estoy completamente harta”

“bueno, no hagas boludeces, mañana nos vemos”

Camilo llego a su casa, comió muy poco y se dirigió a su habitación, prendió su equipo de música y se quedo dormido escuchando música de metal.

A la mañana siguiente Camilo evito desayunar como era costumbre y llamo a su amiga,

“¿como estas?” – Dijo Camilo.

“Bien… no mentira estoy como el culo” Respondió la chica.

“Dios dale, pone un poco de onda Merlina” Dijo Camilo con tono autoritario.

“Es que ya no tengo ganas de nada boludo, no quiero seguir así, tengo ganas de matarme” dijo Merlina con un tono muy triste, pero a la vez muy serio y que Camilo reconoció.

“¿qué carajo decís?” Dijo Camilo gritando.

“Lo que siento, no te metas, ya fue” Respondió Merlina y corto la llamada.

Camilo quedo parado sin saber qué hacer, sabía que su amiga hablaba muy enserio, y que no podía hacer nada, pero luego de razonarlo por unos instantes se dio cuenta que tenía una chance de salvar la vida de su amiga.

Tomó el arma de su padre, la metió un su bolso y salió corriendo hacia la casa de su amiga. Al llegar toco timbre, pero nada sucedió, sin más remedio salto la reja, fue esta la puerta de la entrada y comenzó a golpearla.

“Merlina, abrirme ya mismo” Gritaba Camilo desesperadamente.

“¡No voy a abrirte Camilo, ándate déjame sola!” Gritó Merlina

Camilo comenzó a patear la puerta hasta fallar la cerradura y entrar.

Al hacerlo Merlina estaba con una tableta de pastillas tirada en el suelo y con todas las capsulas en su mano, lista para meterlas todas a la vez en su boca y acabar con su vida,

“Espera Merlina, no haga boludeces” -Camilo

“No te metas, déjame hacer lo que quiera” -Merlina

“No, tus problemas son míos también, soy tu amigo” -Camilo

“¡Déjame!” -Merlina

“No te voy a dejar, vos crees que solo te afectas a vos, ¡pero estas haciendo mierda a tu entorno!... me estás haciendo mierda a mi” -Camilo

“Basta Camilo, ándate,” -Merlina

“Okey, hagamos una cosa” Camilo saco el arma de su bolso y la cargó. “Si vos tomas eso que te vas a morir, pero me vas a ver morir a mi primero” y apunto con el arma su propia cabeza.

“No hagas eso, yo quiero terminar con mi vida por mí, no tenés nada que ver, no hagas boludeces”-Merlina

“Yo voy a hacer lo mismo que vos, pero antes”-Camilo

Merlina llevo las pastillas a su boca, Camilo puso el dedo sobre el gatillo. Pero el muchacho sabia una cosa, si lograba tranquilizarla solo seria temporal, al dejarla sola, ella usaría otra opción para terminar con su vida, de todos modos ella no terminaría con vida, entonces Camilo puso el arma en su estomago y gatilló, “sentirás la culpa de ver a un ser querido sufrir y eso te hará más fuerte, y cada vez que atentes contra tu vida yo arriesgaré la mía”

Merlina escupió las pastillas y abrazo a Camilo mientras utilizaba su celular para llamar a una ambulancia.


Marcos Rosales 9-Ago-09




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