martes, 11 de agosto de 2009

Camilo . Capitulo 2 - Hospital

Hospital .

En una de las salas del hospital, luego de seis horas, Camilo despertó, “¿dónde estoy?” pregunto el muchacho, “estas en la sala del hospital, viniste por una herida de bala, ya estas estable pero te vamos cuidar un rato más”-Dijo un enfermero
“que estúpido que soy… ¿mis viejos?”- Camilo
“si, tus padres te visitaron hace un rato, tu hermana se fue hace unos minutos” - Enfermero
“¿hermana? No seguro te confundiste, soy hijo único” -Camilo
“ah, discúlpame creí que la chica que llamo a la ambulancia era tu hermana, ella te acompaño hasta acá y te hizo compañía un buen rato” –Enfermero
“está bien, no hay problema” –Camilo, con un gran dolor por no haberla visto aun, pero feliz de saber que ella estaba con vida y que no había hecho ninguna estupidez.
Las largas horas pasaban en el hospital, Camilo miraba el techo y pensaba en Merlina, “¿que tenía en mente? ¿Por qué no llame a sus padres, o simplemente le di un abrazo para que tranquilice?”-Pensaba Camilo para sus adentros.
Luego de varias horas de esperar la puerta de la habitación se abrió, el enfermero entro y dijo:“tenés visitas” a Camilo se le pinto una cara de felicidad infinita, “hijo, hijo, estas consiente, en que estabas pensado” –Decía la madre de Camilo mientras lagrimeaba un poco.
“ah, sos vos mamá”-Camilo desilusionado
Camilo habló con su madre para que se tranquilizara y para que lo deje descansar.
Luego de unos cuantos minutos la madre de Camilo salió de la habitación y lo dejo respirar de una buena vez.
Camilo solo quería ver a la chica que amaba, pero mientras lo hacía en su cabeza miles de cosas se mezclaban, y después de tanto pensar se dio cuenta de una cosa, de que él era uno de los peores problemas de Merlina y que la lastimaba al cuidarla tanto.
“he tonto, estas despierto” –Merlina
“obvio si” –Camilo
Merlina abrazó fuertemente a Camilo.
“auch me duele” –Camilo con una mueca de dolor
“ji ji, perdón” –Merlina sonriendo.
“hace mucho que no te reis” –Camilo
“y la verdad que no, pero vos ya sabes cómo son las cosas, necesito un amigo boludo, te necesito a vos” –Merlina mirando hacia el suelo con cara de tristeza.
En ese momento Camilo se decidió, tenía que cumplir su rol, por más que le duela ella lo necesitaba más que nunca.

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domingo, 9 de agosto de 2009

Camilo . Capitulo 1 - Sacrificio

Y la sangre se dispersó por todo el suelo, había dado una lección aunque muy hipócrita.

Camilo un joven estudiante de medicina volvía de camino a su casa cuando su mejor amiga lo llama a su celular, “¡estoy harta, no quiero seguir así!” –dijo la chica del otro lado del teléfono.

“hey, tranquiliza, ¿qué paso ahora?”- Respondió Camilo

“lo de siempre boludo, estoy completamente harta”

“bueno, no hagas boludeces, mañana nos vemos”

Camilo llego a su casa, comió muy poco y se dirigió a su habitación, prendió su equipo de música y se quedo dormido escuchando música de metal.

A la mañana siguiente Camilo evito desayunar como era costumbre y llamo a su amiga,

“¿como estas?” – Dijo Camilo.

“Bien… no mentira estoy como el culo” Respondió la chica.

“Dios dale, pone un poco de onda Merlina” Dijo Camilo con tono autoritario.

“Es que ya no tengo ganas de nada boludo, no quiero seguir así, tengo ganas de matarme” dijo Merlina con un tono muy triste, pero a la vez muy serio y que Camilo reconoció.

“¿qué carajo decís?” Dijo Camilo gritando.

“Lo que siento, no te metas, ya fue” Respondió Merlina y corto la llamada.

Camilo quedo parado sin saber qué hacer, sabía que su amiga hablaba muy enserio, y que no podía hacer nada, pero luego de razonarlo por unos instantes se dio cuenta que tenía una chance de salvar la vida de su amiga.

Tomó el arma de su padre, la metió un su bolso y salió corriendo hacia la casa de su amiga. Al llegar toco timbre, pero nada sucedió, sin más remedio salto la reja, fue esta la puerta de la entrada y comenzó a golpearla.

“Merlina, abrirme ya mismo” Gritaba Camilo desesperadamente.

“¡No voy a abrirte Camilo, ándate déjame sola!” Gritó Merlina

Camilo comenzó a patear la puerta hasta fallar la cerradura y entrar.

Al hacerlo Merlina estaba con una tableta de pastillas tirada en el suelo y con todas las capsulas en su mano, lista para meterlas todas a la vez en su boca y acabar con su vida,

“Espera Merlina, no haga boludeces” -Camilo

“No te metas, déjame hacer lo que quiera” -Merlina

“No, tus problemas son míos también, soy tu amigo” -Camilo

“¡Déjame!” -Merlina

“No te voy a dejar, vos crees que solo te afectas a vos, ¡pero estas haciendo mierda a tu entorno!... me estás haciendo mierda a mi” -Camilo

“Basta Camilo, ándate,” -Merlina

“Okey, hagamos una cosa” Camilo saco el arma de su bolso y la cargó. “Si vos tomas eso que te vas a morir, pero me vas a ver morir a mi primero” y apunto con el arma su propia cabeza.

“No hagas eso, yo quiero terminar con mi vida por mí, no tenés nada que ver, no hagas boludeces”-Merlina

“Yo voy a hacer lo mismo que vos, pero antes”-Camilo

Merlina llevo las pastillas a su boca, Camilo puso el dedo sobre el gatillo. Pero el muchacho sabia una cosa, si lograba tranquilizarla solo seria temporal, al dejarla sola, ella usaría otra opción para terminar con su vida, de todos modos ella no terminaría con vida, entonces Camilo puso el arma en su estomago y gatilló, “sentirás la culpa de ver a un ser querido sufrir y eso te hará más fuerte, y cada vez que atentes contra tu vida yo arriesgaré la mía”

Merlina escupió las pastillas y abrazo a Camilo mientras utilizaba su celular para llamar a una ambulancia.


Marcos Rosales 9-Ago-09




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jueves, 6 de agosto de 2009

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La respuesta a la preguna de mi vida,

seria triste escuchar un si o un no,

esperaria una explicacion por mas larga que sea

esperaria las palabras justas

Talvez ya escuche mi respuesta y no presté antención

puede que el ruido no me halla dejado llegar

esas dulces palabras que de tu boca salian



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martes, 4 de agosto de 2009

El prisionero-Crónicas de Camilo por Marcos Rosales


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El prisionero-Crónicas de Camilo por Marcos Rosales
Ya no recuerdo que año corría, la última vez que había visto la luz fue durante un enfrentamiento contra las tropas de ELK, el ejercito del rey callo y fui tomado como prisionero de guerra, me llevaron hasta la oscura Grematoria, la ciudad más oscura del continente, donde me encerraron, tenía pocos alimentos cada dos semanas y el maltrato recibido era insoportable, mis ganas de vivir se extinguían en la oscuridad, pero mis recuerdos me permitían seguir adelante, nunca había hablado con los dioses, no creía en ellos, siempre los considere seres arrogantes consumidos por el poder, pero la situación no me dejo mas opción, comencé a rezar, después de algunos minutos un dios apareció, nunca menciono su nombre, pero me dijo que el único que podía liberarse de la opresión era yo mismo, antes de desaparecer me dijo, “la esperanza es lo último en perderse”, al desaparecer un guardia de la oscuridad fue a llevarme las sobras de la semana, cuando metió su asquerosa mano por el hueco por el cual pasaba la comida tomé sus dedos y tire hacia dentro con mucha fuerza, rompí la cerradura y mate al guardia con sus propias armas, tome sus ropas y escapé .
Caminando por los oscuros corredores otro de los guardias me reconoció y llamó por refuerzos, a los pocos minutos estaba rodeado, use las armas del guardia para defenderme pero poco a poco me iban reduciendo, en un último momento los guardias caóticos me tenían encerrado, sin energías para defenderme, me ordenaron arrodillarme, pero me negué, prefería morir antes de arrodillarme ante esos malditos paganos, al negarme un guardia lanzo una estocada mortal, pero antes de que esta me toque, un paladín apareció, defendiéndome, luego de eso otro caballero y una hechicera se hicieron presentes y derrocaron a los guardias, ellos fácilmente me llevaron hasta las afueras de Grematoria matando todo criminal que viesen en el camino, al llegar al desierto a las afueras de la ciudad me revelaron sus identidades, eran miembros de un selecto grupo del rey, llamados Ejercito Real, su líder era la hechicera, llamada Milena, el paladín que me salvo de la estocada final era Camilo, un consejero del rey, y el caballero que se cargo a la mayoría de los guardias era Franz, luego de sus presentaciones me dijeron que me llevarían a salvo hasta Unglaboind, una tranquila ciudad comercial al norte de nuestra posicion. En el camino hasta dicha ciudad les pregunte quien había informado sobre mi paradero, y Camilo respondió que el rey les había ordenado de forma directa mi rescate. Ya que un dios le comento atreves de un sueño sobre mi situación. En ese momento me di cuenta que el dios que había aparecido luego de mis plegarias me había ayudado, los nobles caballeros del rey me llevaron hasta la ciudad, y allí pude comenzar de nuevo mi vida, pero me di cuenta que mi vida tenía un nuevo objetivo, un nuevo sueño, ser parte del Ejercito Real.

No me importa nada

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La verdad no es difícil de entender no me importa la opinión de la gente que no quiero.
Los códigos, los respeto, pero hay que romper algunos para tener lo de que verdad querés, Para que voy a vivir respetándolos, ¿para ir al cielo por ser buena persona? La verdad es que prefiero ir al infierno, la vida hay que disfrutarla.


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