Deja de gritar dentro de mi cabeza, se que es un grave error, se que debo alejarme ya, pero simplemente no puedo, estoy marcado a fuego, estoy mas lejos de casa de lo que pensé, quiero salir de aquí pero no me atrevo.
Luego de doce noches sin besarse, luego de ochenta y dos sin dirigirse la palabra, volvieron a cruzar sus miradas, volvieron a cruzar sus cuerpos, volvieron a vivir. Llena de felicidad dijo "prometo que no será como antes" y esa misma tarde sus corazones volvieron a dividirse.
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